Tus labios hacen un circuito
mientras la piel se amotina erguida,
la declamación de los alientos
arden y abaten como las pavesas.
Fálica la lengua no pide permiso
los muslos se moldean, el vientre se contrae,
ondea la cadera por instinto,
se desplaza por la piel la humedad sin arcanos.
Suena una balada trémula…
que me lleva al Olimpo.
mientras la piel se amotina erguida,
la declamación de los alientos
arden y abaten como las pavesas.
Fálica la lengua no pide permiso
los muslos se moldean, el vientre se contrae,
ondea la cadera por instinto,
se desplaza por la piel la humedad sin arcanos.
Suena una balada trémula…
que me lleva al Olimpo.