sábado, 7 de marzo de 2009

Urdo un nuevo combate en tu espalda




Tú me buscas, vienes y me encuentras
para que tu amor me exista como la vida
y en esos miedos que me ablandas, me perfilas
al tacto
(grafía apasionada)
que desenreda breñas con sus ojos de musgo
y yo me pongo de puntillas, te descubro lirio,
para llegarte y alcanzar de tus labios el beso que cuelga
que me rearma y amplía, hasta descaberme de mi
y ser tuya.
Te asientas en mis pechos con olores nuevos
-salvajemente diferente-
y late la noche en mi vientre y es tu misterio
el que me acecha y me nombra: Mía
Es tu mano entre mis piernas que me hacen marea viva
febril la vegetación que reverbera en la ofensiva de mis ingles
al saciar cada pliegue la piel se vuelve salina atenuada
Tú me buscas, vienes y me encuentras
y yo urdo un nuevo combate en tu espalda
mientras el Faro nos mira celoso con su piel de silencio.

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