
Quédate así no te muevas.
Quédate quieto para que no se deshoje la alameda
ni el aroma de verano que trae la bruma.
Quédate siempre,
así,
desnudo,
dispuesto a la derrota de las cerezas entre los labios.
Eres vientre desnudo, miedo imperecedero que te observa de soslayo.Habré de morir, para dejar de nombrarte,o vagaré eternamente esbozando tu sombra en esta languidez hierática que me aturde,torno forma de lluvia perpetua-siempre en tus labios- que no cesan de suspenderse en tí y una gota te nombra,otra resbala en tu espalda y todas ellas en su rocío te aman. Desde el Amor a mi Acantilado y mis Ojos de Musgo. Óscar B.
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